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Conocer másUn 28 de marzo de 1787, alrededor de las 11:30 horas, cuando México aún no existía sino que era conocido como la Nueva España, un terremoto de magnitud estimada entre 8.4 a 8.6, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), sacudió la intendencia de Antequera, actualmente conocida como Oaxaca.
Este evento es conocido como el Terremoto de San Sixto, debido a que ese día se celebraba a dicho santo, pero también es recordado como el sismo más grande en la historia de nuestro país.
Las consecuencias se vieron en derrumbes de templos, conventos, construcciones civiles, acueductos, cañerías y una cárcel.
Además, provocó réplicas numerosas, alcanzando algunas la magnitud 7, mismas duraron hasta el 3 de abril.
El terremoto habría sido percibido en Valladolid (hoy Morelia), Teotitlán del Valle, Ometepec, Tulancingo, y la Ciudad de México, en donde gran parte de los edificios construidos entre los siglos XVI Y XVII fueron severamente dañados y tuvieron que ser demolidos. Sin embargo, al tratarse de un sismo tan grande, habría sido percibido en gran parte de la Nueva España incluso hasta las costas del Golfo de México.
El tsunami más grande de México
El evento sísmico también tuvo como consecuencia el tsunami más grande en la historia de México. Se reportaron marejadas en varias localidades de Guerrero, incluyendo Acapulco, al igual que en localidades de Oaxaca, desde Pinotepa Nacional hasta localidades como Pochutla y Tehuantepec.
En algunas localidades la marea ingresó hasta 8 kilómetros dentro de las costas de Oaxaca.
Mientras que en otras zonas, el mar ingresó otros 8 kilómetros con altura de olas de hasta 20 metros de altura, tal como narra Don Francisco Gutiérrez de Terán, alcalde de Igualapa, Guerrero, en la Gaceta de México publicada en mayo de ese mismo año y que describe el fenómeno de la siguiente manera:
“El 28 de marzo de ese año, a las 12 del día se sintió un espantoso movimiento que duró cerca de cinco minutos, repitiéndose en la tarde y en la noche con sacudimientos varios. En Acapulco también se sintió. El mar se vio correr en retirada y luego crecer y rebosar sobre el muelle, repitiéndose esto varias veces por espacio de veinticuatro horas, al mismo tiempo que la tierra se cernía con frecuentes terremotos. (…) Algunos costeños (…) pudieron salvar sus vidas encaramándose en los árboles hasta que se retiraron las aguas. Algunos pescadores , en la Barra de Alotengo, a las 11 horas de ese día vieron con asombro que el mar se retiraba, dejando descubiertas, en más de una legua[3] de extensión, tierras de diversos colores, peñascos y árboles submarinos, y que retrocediendo luego con la velocidad con que había alejado, cubría con sus ondas los bosques de la playa, en que se internó más de dos leguas, dejando entre las ramas de los árboles muchos y variados peces muertos; algunos de los pescadores perecieron, y otros pudieron salvarse muy estropeados”.
¿Cómo se sabe de este sismo?
A pesar de que en aquella época no existía ningún tipo de instrumentación para registrar y realizar cálculos para cuantificar el tamaño del sismo (magnitud), los relatos de la época y las evidencias en los depósitos del tsunami indican qué tan grande pudo haber sido la falla que le dio origen.
Se estima que la longitud de la falla tuvo una extensión entre 400 a 450 kilómetros abarcando todo el estado de Oaxaca y parte de Guerrero.
Para este sismo no está definida cuál es la ubicación del epicentro (el punto donde inició el sismo) pues la población que registró más daños no puede ser tomada como un elemento confiable para determinar este parámetro tomando en cuenta que los daños fueron muy extensos a lo largo de toda la costa de Oaxaca.
Imagen: longitud estimada de la zona de ruptura que dio origen al sismo de 1787. (Gerardo Suárez, 2009)
El número de decesos y heridos es desconocido, pero se sabe que muchas construcciones en la ciudad de Oaxaca se vinieron abajo, lo que generó que los habitantes evacuaran a las afueras, durante al menos una semana.
A pesar de que han pasado 236 años desde este terremoto, como sociedad debemos tener en cuenta que en México pueden ocurrir sismos de gran magnitud como este o el del 7 de septiembre de 2017, por lo que es fundamental estar preparados en todo momento.
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Editor:
José Luis Rendón
Referencias:
https://news.skyalert.mx/terremoto-SanSixto
https://www.gob.mx/cenapred/articulos/sismos-y-tsunamis-del-28-de-marzo-oaxaca-1787-y-alaska-1964
https://blog.radioepicentro.mx/2020/03/los-terremotos-mas-significativos-de.html
https://unamglobal.unam.mx/el-ultimo-gran-tsunami-de-mexico-fue-en-1787/
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