Terremoto de Guatemala de 1976: así se vivió uno de los más mortales en Latinoamérica

El Terremoto de Guatemala de 1976 es recordado como uno de los más mortíferos de Latinoamérica, con aproximadamente 23 mil decesos. Ocurrió hace 47 años a unos 160 kilómetros de la Ciudad de Guatemala, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), dejando además un daño extenso en sus alrededores.

Este suceso empezó en la madrugada del 4 de febrero de 1976 cuando un sismo de magnitud 7.5 interrumpió el sueño de miles de guatemaltecos.

“Empezó a sentirse algo fuera de lo común. Eran enormes sacudidas de tierra y se escuchaban ruidos extraños, que se confundían con susurros o fuertes vientos. Fue algo muy duro de vivir porque no sabía lo que estaba pasando”, narró Alejandro Herrera, uno de los sobrevivientes de aquel temblor, para la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) de Guatemala.

Este terremoto tuvo origen en una falla geológica en la región del río Motagua, afectando a una tercera parte del país centroamericano, principalmente al altiplano occidental, la región central y el noreste.

Los daños

Imagen: ruinas de la iglesia de San Raymundo, las cuales quedan como testigo del desastre ocasionado por el terremoto. (OPS)

Las consecuencias fueron desastrosas para la zona debido a la intensidad del sismo, además de que la mayoría de las estructuras en la periferia de la Ciudad de Guatemala estaban construidas con adobe, lo que contribuyó a su destrucción.

Sin embargo, lo anterior no fue el único efecto negativo del sismo. La situación empeoró debido a que se reportaron deslizamientos de tierra que dejaron incomunicados a localidades afectadas gravemente.

De esta manera, el transporte se vio obstaculizado impidiendo que los suministros de alimentos y agua se redujeran considerablemente.

“A nosotros nos tocó vivir una experiencia muy traumática. En el principio se escuchaban retumbos que venían del suelo y de inmediato se fue la luz. Todo se caía, las puertas se cerraban”, recordó Cristina Rodríguez, otra testigo de este sismo, para Conred.

Imagen: afuera de una casa hecha con tejas se levantó un refugio con los bloques de adobe que sobraron de las ruinas. (OPS)

A causa de este terremoto se reportaron alrededor de 23 mil decesos, así como 75 mil heridos y demasiados daños materiales, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

La mayoría de los decesos fueron a causa de la debilidad de las edificaciones, caracterizadas por tener techo de tejas, vigas y dinteles de madera, yeso, además de adobe, según la Oficina Sanitaria Panamericana, por lo que, en parte, le atribuye a esto el desastre.

Por lo anterior, debemos revisar constantemente que las construcciones en las que convivimos día con día cuenten con los reglamentos de construcción necesarios, sin olvidar un plan de emergencia para saber qué hacer ante un sismo. Así, contribuiremos a la cultura de la prevención.

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Editor: José Luis Rendón

Imágenes: OPS

Referencias:

https://earthquake.usgs.gov/learn/today/index.php?month=2&day=4

https://repositorio.cepal.org/handle/11362/25187

https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/16178/v81n3p199.pdf?sequence=1&isAllowed=y

https://agn.gt/guatemala-recuerda-el-terremoto-que-en-1976-dejo-cerca-de-23-mil-fallecidos/

https://www.youtube.com/watch?v=ZDLmI4JI2aQ&ab_channel=CONREDGT