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Conocer máspor José Luis Rendon e Isaac Pérez, revisado por Sergio Sánchez y Roberto Camarena
Hace 41 años, el 3 de abril de 1982, el volcán Chichón, en Chiapas, tuvo la erupción más mortífera en la historia de México, con alrededor de 2 mil decesos, según Cenapred. Columnas eruptivas de más de 30 kilómetros, cenizas y flujos piroclásticos dejaron sepultada la región que comprende 15 kilómetros a la redonda.
Pero este evento causó algo más que solo pérdidas humanas y materiales: impulsó el estudio de volcanes y herramientas para que la sociedad mexicana esté mejor preparada contra erupciones futuras.
Imagen: Cenapred
Tabla de contenidos
- Los daños de la erupción del Chichón
- Así evolución la erupción del volcán
- Avances en la ciencia y protección civil
- Características del Chichón
Los daños de la erupción del Chichón
El poblado de Francisco León, a cinco kilómetros del cráter, fue cubierto por flujos piroclásticos que sepultaron a más de dos mil personas.
Mientras en las localidades de Ostuacán y Chapultenango, a menos de 12 kilómetros del volcán, cayeron rocas incandescentes de hasta 15 centímetros de diámetro que atravesaron los techos de las viviendas, provocando colapsos.
Otros poblados se vieron afectados por la caída de cenizas, como Pichucalco, a 20 kilómetros del volcán, e incluso en Villahermosa, Tabasco, a 70 kilómetros del volcán aunque esta ciudad la principal afectación fue la caída de ceniza.
Gran parte de la población regresó a sus hogares por indicación de las autoridades, sobre todo en el poblado de Francisco León, al suroeste del volcán. El ganado y las tierras de cultivo también fueron dañados.
Así evolucionó la erupción del volcán
Los primeros indicios de reactivación comenzaron a partir de noviembre de 1981 con pequeños sismos locales, poco tiempo después comenzó a ser notable las emanaciones de vapor y gas procedentes del cráter y alrededor del domo. También pobladores reportaron constantes ruidos subterráneos.
A partir del 23 de marzo la actividad se incrementó con la presencia de sismos de largo periodo y tremor lo que representaba la inyección de magma por los conductos hasta llegar a la superficie.
Imagen: Se formó un lago de agua ácida tras la erupción. (Cenapred)
El 28 de marzo, a las 6:37 horas, un sismo magnitud 3.8 precedió a la primera erupción explosiva la cual se produjo a las 23:32 horas rompiendo parte del domo, generando una gran columna de ceniza y fragmentos incandescentes a más de 27 kilómetros de altura.
Esta fue la primera erupción Pliniana después de 550 años de inactividad.
Dicha actividad disminuyó a partir de las 3:28 horas del 29 de marzo. Los poblados más afectados por esta erupción fueron: Francisco León, Colonia El Volcán, Guayabal, Nicapa, Ixtacomitán, Chapultenango, Tectuapán, Ribera de Ostuacán y Pichucalco, en donde una densa capa de ceniza fue depositada.
El Chichón parecía haber cesado su actividad por lo menos durante los últimos días a pesar de que se registraron más explosiones y la sismicidad aún era constante.
Para el 3 de abril las autoridades permitieron el regreso a sus hogares de gran parte de la población, sobre todo en el poblado de Francisco León, al suroeste del cráter.
El evento más grande ocurrió el 3 de abril rompiendo por completo el domo y dejando la depresión actual en el cráter.
La gran erupción Pliniana del Chichón generó una columna eruptiva superior a los 30 kilómetros de altura produciendo flujos piroclásticos en todas direcciones, hasta 8 kilómetros del cráter de volcán y lahares al llegar estos flujos piroclásticos a los cauces de los ríos circundantes.
La última erupción Pliniana sucedió el 4 de abril también provocando una gran columna de 29 kilómetros sobre el cráter.
Imagen: varillas dobladas en el sentido de la dirección de los flujos piroclásticos que arrasaron las comunidades cercanas al volcán.
Más de 2 mil personas perdieron la vida por los devastadores efectos de la erupción, la cual no solo afectó a personas, sino a ganado y tierras de cultivo.
Uno de los efectos a escala global de esta erupción fue la reducción de la temperatura mundial en más de 0.5 grados Celsius por la gran cantidad de aerosoles de SO2 (dióxido de azufre) que rodearon la Tierra bloqueando la radiación solar.
Imagen: La erupción expulsó 13 megatoneladas de aerosoles de SO2 alrededor del mundo bloqueando la radiación solar y enfriando la Tierra hasta 0.5°C.
Avances en la ciencia y la protección civil
A partir de este poderoso evento, hubo varios estudios científicos sobre los peligros volcánicos y sísmicos para prevenir futuros riesgos asociados al volcán Chichón, como los flujos de lava y domos, flujos piroclásticos, emisión de cenizas o gases volcánicos, avalanchas de lodos, lahares, colapsos de edificios.
Debido a la letalidad y daños causados por la erupción, quedó claro que no era conveniente permitir asentamientos humanos alrededor del volcán.
Pero fue hasta 2004 cuando se instaló por primera vez una estación sísmica para estudiar la actividad sísmica que puede indicar una posible erupción.
El Chichón es un volcán activo, pero su sismicidad no es de carácter eruptivo. La Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) se encargan de monitorear y estudiar el volcán, debido a su alto riesgo de erupción.
De diciembre de 2020 a marzo de 2021, el SSN registró más de 60 sismos en la región por lo que se formó un grupo de investigación para analizar el origen de estos sismos.
La conclusión finalmente fue que esta actividad sísmica no está relacionada con el volcán sino a la activación de fallas regionales. Se analizaron muestras de manantiales y del propio lago dentro del cráter del volcán sin encontrar evidencia del incremento en la actividad.
Características del Chichón
El volcán Chichón (nombre científico asignado a nivel nacional e internacional) se encuentra entre los municipios de Pichucalco, Francisco León y Chapultenango, al noroeste de Chiapas. A unos 350 kilómetros de la trinchera mesoamericana.
Se trata de un estratovolcán joven que surgió hace aproximadamente 200 mil años. Pocas veces se ha podido estudiar una erupción tan violenta como la ocurrida en el Chichón, y esta fue la primera de grandes dimensiones estudiada y registrada instrumentalmente en México.
Imagen: Cenapred
A partir de la erupción, el volcán Chichón formó un cráter de un kilómetro de diámetro de más de 200 metros de profundidad, con un lago de agua ácida.